Juan Manuel Grijalvo - América - Venezuela
Hallaca - Pilar Marrero
Portales venezolanos
Aborígenes
Estas fotos corresponden al Delta del río Orinoco, concretamente
a los indios Waraos, cuya manera de vida es sencilla y a la vez complicada.
Sencilla porque sólo tienen que buscar la comida para el día a
día y complicada porque no hay mucho de donde sacar.
Piensa que son pequeños poblados y que no tienen ganado debido a que
las tierras más bien son fangos y donde no crece hierba para que puedan
pastar.
La cabaña tiene varios "chinchorros" ( hamacas ) donde están y descansan la mayor parte del día, un fuego y los cacharros mínimos para cocinar.
Las plantas del agua son boras, o sea jacintos, y hacen el
mismo recorrido del río.
Suben y bajan siguiendo las mareas, que se notan en una oscilación de
entre 70 y 80 centímetros.
Últimamente vienen unos pocos turistas, que algo aportan, y esperemos
que no estropeen su tranquila forma de vida.
Llegó un "guiri" y compró tallas y repartió caramelos
Javier D. R.
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Ernesto Luis Rodríguez - Venezuela
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Fotografías
Y Venezuela, qué grande es en extensión, qué
diferencia de paisajes, qué orografía tan variada.
Antes estuvimos por la zona del Delta y ahora estamos en la sabana, igualmente
bella.
Parece ser que cuando le pusieron el nombre, se basaron en lo bonito del entorno,
era tan bonita como Venecia,
pero ese nombre para un lugar ya estaba escogido, así que hubo que buscar
otro que describiera la belleza del lugar
pasando a denominarla Venezuela.
Javier D. R. - Salto del Sapo
Esta imagen pertenece a la parte superior del Salto del Sapo,
con un fondo increíble, y la otra, a uno de tantos Tepui
que puedes ver a todo lo largo y ancho, aunque indudablemente el más
impresionante y conocido es el Auyan Tepui,
que alberga en sus entrañas el salto de agua más alto del mundo...
el Salto del Ángel, en honor y memoria a su descubridor.
Javier D. R. - Auyan Tepui
Historia
Simón Bolívar
Antonio José de Sucre
Movilidad
Tomar café con un pana, con una persona agradable, a
quien le debes tanto verbo como amistad, me lleva a otras preguntas:
¿Desde cuándo no caminas por la ciudad? ¿No te acercas
a ver detenidamente el polvo entre las ranuras de la acera,
los carteles de las paredes, los avisos inimaginables que cuelgan en los postes?
¿Desde cuándo no redescubres una calle que cruzaste cuando niño?
El carro, el vehículo, el automóvil, las "cuatro
ruedas", nos han alejado de la ciudad y, lo peor,
tal vez la ciudad se ha olvidado de nosotros y ni siquiera nos hemos dado cuenta
de tamaña desgracia.
Por esta razón, he tomado desde hace unas semanas una
decisión trascendental: no manejo. He dejado el carro
para diligencias inevitables y para los fines de semana. He redescubierto el
Metro y el placer de esperar el Metrobús.
Me percaté también de cuán cerca está la parada
de transporte de mi casa y cuántos minutos tardo caminando
de un punto a otro. Además de la ganancia evidente en el ejercicio físico,
el rédito más celebrado es la lectura.
He vuelto a experimentar la sensación de leer en el Metro; algo que había
olvidado
pero que de alguna forma aún vivía en mí y que esperaba
una resurrección, una vuelta.
He maldecido las horas que he pasado en colas infernales, las veces que me he
amargado por no encontrar
puesto de estacionamiento, sin contar los choques, los sustos y otros desesperos.
Me ha dado muchísimo gusto sorprenderme dos paradas después de
la mía gracias a un pasaje hipnótico
de un cuento de Murakami que no podía suspenderse.
Y he respirado satisfecho la culminación de una página en medio
de una muchedumbre que, como yo, espera o se traslada.
En fin, he vuelto. He resuelto tomar café, caminar por
Caracas, tomar el Metro y leer, leer mucho.
Ojalá que esta resolución dure tanto como la felicidad que experimento
cada día desde hace un par de semanas.
Eso espero.
Publicado por el Prof. Antonio Núñez Aldazoro
Revista Vía Libre - Ferrocarriles en Venezuela
Metro de Valencia (Venezuela) - oficial
Metro de Valencia (Venezuela) (Alexander Zeuss)
Metro de Valencia (Venezuela) en la Wikipedia
Museo del Transporte Guillermo José Schael (Caracas)
Música
Orquesta Sinfónica Simón Bolívar
Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela
Fundación Vicente Emilio Sojo - Instituto de Musicología
Política
Un poco de geopolítica...
Bienvenidos a Eurolandia (mío) - Marzo de 1999
Eurolandia la pacífica, de Josep Maria Albaigès i Olivart - Junio de 1999
Eurolandia y la disuasión (mío) - Verano de 1999. Una cita:
Siguiendo con la "estabilización" de
los socios de la OPEP, ahora le toca el turno a Venezuela.
No tiene nada de particular que los militares se crean que pueden salvar un
país.
Lo han hecho cientos de veces. Por eso es tan difícil de entender que
se lo crean también los civiles...
Causus bellis... ¿Por qué no te callas?
Luis Britto García - (Caracas, 1940)
Su obra de ficción, formalmente experimental, elabora
una crítica de la situación política y social de su país
(Rajatabla, 1970; Abrapalabra, 1980; La orgía imaginaria, 1983).
También se ha dedicado al ensayo, entre cuyos títulos cabe citar
El imperio contracultural: del rock a la posmodernidad (1991).
Premio Casa de las Américas en 1970 y premio nacional de literatura en
1980.
Paul Harris - ¿Qué pasaría si de repente la Opep se cambia al euro?
HA FALLECIDO TRÁGICAMENTE DOÑA DEMOCRACIA DE VENEZUELA (Q.E.P.D.)
Luego de una larga y penosa enfermedad y de una agonía de nueve años, ha dejado de existir, en la sede de la Asamblea Nacional, quien fuera otrora la esperanza de América Latina y ejemplo –incluso– para la transición española. Agredida por sus propios hijos, nacidos de sus entrañas, cayó herida de 69 puñaladas de reforma.
Sólo tuvo tiempo de correr hasta la estatua de El Libertador y junto a ella se desplomó, no sin antes mirar a los ojos al diputado desconocido y pronunciar las que fueron sus últimas palabras: "¡Tú sí eres bruto, hijo mío!" Sus deudos: los partidos políticos, los sindicatos, los presos políticos detenidos por su manera de pensar, los periodistas exiliados y los que no lo están aún, los trabajadores, los empresarios al borde de la quiebra, los docentes tratados con injusticia, los médicos venezolanos llamados despectivamente "mercenarios", los militares institucionales, los obispos calificados de "miasma", los estudiantes que marchan con su 20 bajo el brazo y el pueblo –inocente de su destino– en su conjunto, invitan al velorio que se llevará a cabo en la funeraria del Consejo Nacional Electoral, donde los restos permanecerán en capilla ardiente hasta el próximo domingo 2 de diciembre cuando serán finalmente sepultados.
Democracia: Sabíamos que algo andaba mal desde que alguien dijo "juro sobre esta moribunda", pero te creíamos más fuerte. Quizá fue por eso que no hicimos por ti todo lo que era menester. Perdona nuestra indolencia. Te vamos a extrañar y también –algún día– los que hoy se convierten en tus sepultureros, cuando la ira divina se vuelva en su contra, un domingo cualquiera, por cualquier cosa.
De todos modos, creyentes como somos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna, tenemos fe en que, más temprano que tarde, el hombre venezolano caminará por las amplias alamedas de la libertad, la tolerancia y la justicia... Ese día tú renacerás y nosotros contigo.
Se ruega no enviar flores, porque...
...Una flor se marchita, una lágrima se la lleva el viento, pero una oración por su alma la recibe Dios.
Tolkien y Tierra-media