Antonio Albert - (Sevilla) - La planificación familiar y la Seguridad Social

 

 

El País,  28 de agosto de 1984

 

Respecto al artículo que publicaba  EL PAIS  el pasado día 18 de agosto sobre el retraso en la creación de centros de orientación familiar por el Insalud, las justificaciones que el articulista atribuye a la Seguridad Social para no incluir la planificación familiar entre las prestaciones está la del coste económico (4.500 millones de pesetas al año).Dejando en esta ocasión a un lado las frustraciones, los disgustos y los sufrimientos humanos que se ahorrarían, en chicos y grandes, con unos servicios de planificación familiar gratuitos y asequibles a todo el mundo que deseara hacer uso de ellos y atendiendo sólo al aspecto económico de la cuestión, voy a hacer las siguientes consideraciones.

¿Saben los responsables económicos de la Seguridad Social que en España nacen anualmente 13 niños por cada 1.000 habitantes, lo que supone aproximadamente cinco millones de niños?  (Ver nota al pie)

¿Sabe la Seguridad Social que el 76% de las parejas sólo desea dos hijos, que el 65,79% de las mujeres mayores de 30 años con dos hijos vivos no desea más hijos?

¿Saben que el 45-46%. de todas las gestaciones que se producen no son deseadas, buscadas o planificadas, y que eso representa 2.250.000 niños anualmente, producto del fallo de métodos anticonceptivos escasamente eficaces (coito interrumpido, fundamentalmente).

¿Y saben los señores economistas de la Seguridad Social lo que le cuesta a ésta la vigilancia de todas esas gestaciones no deseadas, en principio, por sus padres? Exploraciones y medicación profiláctica de los embarazos normales; vigílancia y tratamiento de las complicaciones de los llamados embarazos de alto riesgo, más frecuentes en las grandes multíparas, en las adolescentes y en las mujeres mayores de 40 años; las estancias hospitalarias y la asistencia de todos esos partos y sus complicaciones; los servicios de perinatología prestados a niños nacidos no sanos o de peso y/o edad no adecuados. Todo ello, no lo olviden, gastado en gestaciones no, buscadas deliberadamente, producto del azar.

Hagan, hagan cuentas señores del Insalud y verán los miles de millones que se ahorrarían informando a la población y poniendo a su alcance servicios de planificación familiar y métodos anticonceptivos eficaces y gratuitos. ¿Que el índice de reproducción caería a siete nacidos por 1.000 habitantes? Ése es otro asunto. ¿Por qué la gente no quiere tener más hijos? Que contesten los políticos, los sociólogos, los psicólogos y los demógrafos. Yo sólo soy médico.

 

Nota de Juan Manuel Grijalvo:

Creo que vale la pena recuperar este texto a pesar, y a causa, del tiempo que ha transcurrido desde su primera publicación. Las preguntas que hace son tan actuales ahora como en 1984. He de hacer una salvedad, y es que hay cifras que contienen un error de magnitud: 13 niños por 1.000 habitantes no son cinco millones de niños, son medio millón. Aparte este detalle, que pasó inadvertido a todos los correctores de EL PAIS, a mí me parece que esta carta sigue siendo útil. Si conoce usted al autor, le ruego que le diga que tengo interés en comunicarme con él.

juan_manuel@grijalvo.com

 

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