Pedro A. Echarte - Ambiente navideño
Ultima Hora Ibiza - Artículo Nº : 248 - Fecha de publicación : 19-12-2001
Activa campaña navideña ha realizado en la semana del 9 al 16 de diciembre el conjunto de cuerdas “Eivicord” que dirige Georges Verwilt, con cuatro conciertos en San José, San Rafael, San Juan e Ibiza. Les escuché en la actuación que tuvo lugar en esta última en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario; el programa tuvo una parte barroca con Henry Purcell, otra clásica con dos obras de Franz Joseph Haydn y una parte propiamente “navideña” con canciones de diferente origen incluyendo algunos arreglos del propio director del conjunto.
En otras ocasiones he puesto ya de relieve la interesante labor formativa que Georges Verwilt realiza con un escogido grupo de estudiantes de los instrumentos de arco, labor que tiene su faceta pública (que prolonga y proyecta la privada de enseñante) en este conjunto que cada año se presenta con regular frecuencia ante el público de la isla. Una docena aproximada de noveles instrumentistas tienen así la ocasión de someter su quehacer a la prueba de fuego de la actuación delante de público y, más allá de los juicios y riesgos que esta actividad conlleva, simplemente de ofrecer a la sociedad en general el producto de sus afanes y esfuerzo: bella música para gozarla en compañía en esa institución fundamental de la vida musical que el disco y los medios de comunicación han cuestionado seriamente: el concierto público.
Hacía un año justo desde que escuchara a “Eivicord” por última vez (en su “campaña navideña 2000) y lo he encontrado más maduro y con un sonido bastante más homogéneo, algo nada fácil de conseguir en un conjunto de estudiantes que lógicamente presentan estadios diferentes de aprendizaje
Uno de los dos solistas de violín estuvo en esta ocasión ausente, pero Laura Boned Marí, la otra solista, logró una bella cualidad “solística” (con perdón de la redundancia) en los pasajes que le corresponden de "Minuit chrétien" de Adolphe Adam.
“Eivicord” adolece siempre de escasez de violas (solo una violista), y un contrabajo seguramente sería beneficioso para la interpretación de ciertas obras, pero con su actual contingente es capaz de lucir sonoridades plenas, bien timbradas y aceptablemente afinadas... y mucho entusiasmo y amor por la música. Como creo que este entusiasmo es lo esencial que la actividad pedagógica debe lograr encender, no vacilo en dedicarle a Georges Verwilt y a su laborioso conjunto un entusiasta “bravo”... el público, bastante numeroso a pesar del inclemente temporal, les premió también con prolongados aplausos.
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