Luis Bassat - Por ti, Amaya - Amaya Grijalvo
Pocas veces en mi vida me ha costado tanto dar una conferencia.
Hace varios meses, recibí la invitación de Paul Bicklen, - responsable mundial en Ogilvy & Mather de los seminarios de formación -, para hablar de creatividad en televisión en el curso que se da todos los años en Londres. Yo ya había sido el conferenciante invitado para este mismo tema el año anterior, y acepté gustoso repetir la experiencia.
A este curso iba a asistir Amaya Grijalvo, una de las Ejecutivas de Cuentas más inteligentes que he conocido en mi vida.
Había estudiado Ciencias Empresariales en Esade y trabajó durante un tiempo en Arthur Andersen, antes de venir a verme aquella tarde, hace dos años y medio, diciéndome que quería incorporarse al mundo de la publicidad.
Confié en ella y jamás me decepcionó.
Fue admitida en el seminario más duro que realiza Ogilvy & Mather para Directores de Cuentas, y días antes de empezarlo, un terrible accidente de coche segó su vida. Me costó mucho tomar el avión para ir a Londres.
Cuando el lunes por la tarde Paul Bicklen me presentó, y me puse de pie frente al grupo, me faltaron sus ojos mirándome.
Apreté los dientes y empecé mi conferencia. Aproximadamente una hora más tarde, hablando del camino creativo de la Analogía, pulsé el botón del video para mostrar el ejemplo correspondiente - preseleccionado hacía ya bastantes semanas -, y era la película de Shell que acaba con la escena de un coche, frenando justo a tiempo, delante de un camión. Ahí se me puso tal nudo en la garganta, que por unos momentos no pude decir nada.
Por ti, Amaya, fue el pensamiento que me permitió arrancar de nuevo.
Y a partir de ese instante, di la mejor conferencia de mi vida.
No importaba que fuera en inglés, ni que me hubiera precedido nada menos que Don Arlett, el Director Creativo de Ogilvy & Mather Gran Bretaña, y uno de los grandes del mundo, según el propio David Ogilvy.
Esa tarde mis palabras salieron impulsadas por un viento especial y volaron mucho más alto que de costumbre.
Recibí el aplauso más largo de mi vida después de una conferencia. Por ti, Amaya.
Luis Bassat
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