Juan Manuel Grijalvo - La vida es un tango : Cambalache
Dedicado a mis amigos argentinos... y uruguayos
Hace algunos años empecé a decir que "la vida es un tango", frase que se completa diciendo "y la muerte un pasodoble". Un día la pronuncié ante un argentino, y él me hizo observar que no se puede decir que la vida es un tango, porque hay muchos, y hace falta concretar de cuál se trata.
Así que cada vez que podía, iba preguntando a mis amigos argentinos qué tango es la vida. Bastante pronto di con uno que me contestó que es "Cambalache". Le pregunté el porqué y si sabía la letra. Como no era el caso, empecé a pedir la letra. Y bastante pronto me la consiguieron, un argentino... y un uruguayo. Hela aquí :
Enrique Santos Discépolo - Cambalache
Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo sé;
en el quinientos seis
y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés,
pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente
ya no hay quien lo niegue;
vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón;
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que si es cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.
Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stavisky
van Don Bosco y la Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril;
el que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
Dale no más, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de los otros,
que el mata o el que cura
o está fuera de la ley.
Esto lo escribió Discépolo en... 1935, y ya ve usted que anduvo acertado.