La realidad, al menos aquí y ahora, va por otros derroteros. Sin
entrar en más detalles, los servicios técnicos competentes
necesitan colaboradores voluntarios para hacer las tareas, digamos, menos
delicadas. Y ya veremos si se presenta alguno, porque los estudiantes
están en las aulas y los demás, en principio, no estamos
para esos trotes. Eso es así porque no hay presupuesto para contratar
excavadores remunerados. Y lo raro sería que lo hubiera, si los
fondos no alcanzan ni para mantener en buenas condiciones unos museos
que alberguen dignamente los hallazgos de las pesquisas del siglo pasado.
A falta de mano de obra, los trabajos se dilatarán de modo impredecible.
Ello demorará la reforma de la Avenida y los ocho meses de la previsión
inicial se pueden convertir en... no, no voy a decirlo, pero he tenido
uno de mis barruntos...
Las repercusiones que van a tener estas obras sobre la movilidad en Eivissa
están por ver. En mi modesta opinión, no pueden ser muy
grandes, porque no se enmarcan en ningún cambio del modelo de movilidad.
Son sólo una variación sobre la archiconocida receta a base
de asfalto y coches. En el mejor de los casos, se pueden quedar en otra
operación cosmética. Si aumentan la accesibilidad del centro
urbano, la congestión irá a peor. Y es que seguimos sin
entrar en el fondo del asunto: el tráfico sigue creciendo. ¿Qué
piensan hacer las numerosas autoridades competentes para detener o revertir
esa tendencia?
Otro día, si usted quiere, podemos hablar de las obras del Conservatorio
nuevo. Al parecer, el proyecto sufrirá modificaciones a causa de
una nueva constricción de diseño: la de preservar "in
situ" los hallazgos de los arqueólogos en el solar. El arquitecto
tendrá que hacer otra labor de encaje de bolillos para meter aún
otra cosa más en un edificio que ya era demasiado pequeño...
Espero que me llegue la vida para asistir a la inauguración, aunque
no consiga entrar en ese auditorio de ciento cincuenta plazas donde no
cabrán ni los alumnos.
En fin... tal vez estas obras den origen a otro episodio de "egiptomanía".
Y si dan a conocer nuestro valiosísimo patrimonio histórico
entre las nuevas generaciones, ya habrán servido para algo. El
tiempo lo dirá.
juan_manuel@grijalvo.com
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