Dedicado a Alicia Otta

(Ultima Hora, FDS, 23 de agosto de 2002)

En agosto de 1979 apareció en "Omni" un cuento de ciencia-ficción que me gustó mucho. Es de George R. R. Martin y se titula "Sandkings". Hay traducción castellana como "Los reyes de la arena", en "Canciones que cantan los muertos", Martínez Roca, ISBN 84-270-1008-7. Y no, hoy no le digo cómo empieza, porque es muy corto. Es para leer de una tirada. Luego verá a qué venía esto.

Hace tiempo que se habla de cómo afectarán las nuevas tecnologías al mundo editorial. No hubo un cambio comparable desde la invención de la imprenta. Los medios modernos para reproducir, almacenar y transmitir textos han dejado anticuadas las legislaciones sobre derechos de autor. Como los literatos profesionales lo tienen cada vez más crudo, algo habremos de hacer si queremos libros nuevos...

A mí me gustaría tener libros "a la carta". Si estoy buscando algo concreto, querría comprarlo en una librería virtual que me venda una copia de una matriz archivada en un ordenador, junto con unos cuantos millones de textos más. El problema es hacer una pantalla que sea más cómoda de leer que el papel de toda la vida. O imprimir y encuadernar un solo ejemplar cada vez. De momento es caro, pero estas tecnologías irán bajando de precio, como las demás. Al final se irá usted a su librería de siempre, que se habrá convertido en una especie de cibercafé. Se pone a mirar catálogos en una pantalla. Cuando encuentre lo que estaba buscando, o cualquier cosa que le guste, dice que le impriman uno. Al cabo de unos minutos se lo sirven a la mesa, recién hecho. El stock de las editoriales, de las distribuidoras y de las librerías, que es inmenso y carísimo, se convierte en cajas de papel en blanco. Los libros están vendidos antes de fabricarlos. Al revés que ahora. Las ventajas económicas - y ecológicas - son obvias.

Y ahora vuelvo a los "Sandkings"... Metí la palabra en Google y el primer enlace era http://www.fictionwise.com, entro y me ofrecen... el texto completo por un dólar y sesenta y nueve centavos. Ni que decir tiene que quise meterlo en el carrito de la compra "ipso facto". Me registré como cliente y pasé un rato sumamente agradable curioseando por la tienda. Al final salí con cinco textos, que me costaron un poco más de cinco dólares. Ahora los tengo en mi "bookshelf", para bajarlos cuando quiera. Aún no es la biblioteca de Alejandría... Pero si le gusta "Sandkings" la mitad que a mí, le aseguro que la visita valdrá la pena.

juan_manuel@grijalvo.com