Juan Manuel Grijalvo - El Imperio contraataca


(Ultima Hora, 23 de marzo de 2003)

Según lo previsto, estamos asistiendo a otro reestreno (y van...) de "El Imperio contraataca". Ya se ha escenificado el oportuno proceso de legitimación, cuya base y sustancia ha sido aquello tan "western" de "Primero le haremos un juicio justo y después lo colgaremos". Se condena a Sadam Hussein como responsable de todos los pecados del mundo, cuando habría sobrado con los suyos. Y se le quema como si hubiera sido un "ninot" de las fallas de Valencia. Curiosa casualidad...

Pero mi película favorita no es "Star Wars". Es "2001". Ya sabe usted que la acción empieza cuando unos cavernícolas encuentran un misterioso objeto negro. Al parecer, no ganaron el Oscar de Hollywood al mejor maquillaje porque los jueces de la Academia no se habían percatado de que los monos eran actores con disfraz. Leyendo la novela, nos enteramos de que el famoso ladrillo extraterrestre es una máquina telepática que proyecta imágenes directamente en el cerebro del espectador. A partir de ellas, Moon-Watcher y el resto de la tribu aprenden a cazar... y a combatir con armas. Se estrenan machacando de firme a los vecinos. La primera parte acaba cuando nuestro no tan remoto antepasado celebra sus triunfos tirando un hueso al aire. El plano se funde con otro de un satélite artificial. Hay un detalle que no es evidente: en realidad, es una bomba termonuclear en órbita, lista para bajar a la Tierra y estallar cuando convenga. Es la "evolución natural" del garrote de Moon-Watcher.

 

http://www.applelinks.com/news/gifs/morph.jpg



Ahora, retrocedamos un minuto en el tiempo, desde 2001 hasta el Imperio romano. Otra de mis películas preferidas es "Ben-Hur". ¿Qué habría hecho Poncio Pilatos en una crisis como la que nos ocupa? Bueno, la primera respuesta es que jamás habría consentido que las cosas llegaran a este punto. La técnica habitual consistía en crucificar a unos cuantos revoltosos, empezando por el pretendiente al trono real. A ése le puso en lugar visible un rótulo que es todo un modelo de normalización lingüística: en hebreo, latín y griego. En él se hacía constar oficialmente que se trataba de "Jesús Nazareno, Rey de los Judíos". La cruz es un suplicio muy cruel, pero tal vez evitaba con eso una insurrección y muchas bajas propias y enemigas, ¿no le parece?

La imagen que tenemos hoy de los romanos es la de unos tipos sin manías, que pasaban a cuchillo tribus enteras, y enviaban a los prisioneros de guerra a morir en la arena del circo. Tal vez hicieran algo de esto al principio de sus campañas de conquista. Supongamos que es usted uno de los notables de una ciudad celtibérica. Una legión romana, es decir, unos cuatro mil individuos armados, le han puesto sitio. Han construido una empalizada que la rodea por completo y esperan, tumbados tranquilamente en el "triclinium", a que los rinda el hambre. Si le apetece salir en los libros de Historia, luchará bravamente hasta el final. Si no, se proveerá de una rama de olivo y se dirigirá por el camino más corto hasta la tienda del general romano, para arreglar los términos de la rendición. Lo normal era que le ofreciese un "foedus", razonable contrato-tipo de "protección"... a cambio de unos módicos tributos, como era de esperar. Al parecer, los conquistados lo solían aceptar sin grandes alharacas, porque sólo se recuerdan dos casos de negativa en toda la península ibérica, a saber, Sagunto y Numancia. Es posible que la difusión de noticias sobre la suerte de los finados fuera de bastante ayuda en otras situaciones similares. A la hora de persuadir a los indecisos, ya sabe usted lo que decía Marlon Brando en "El Padrino": "Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar..."

Sea como fuere, la "pax romana" dio lugar a una prosperidad sin precedentes en toda la zona económica del denario. Incluso los enemigos más irreductibles del Imperio, Astérix y Obélix, viajaban por todas partes con relativa seguridad. Los piratas tuvieron que cambiar de oficio, porque Quinto Arrio los perseguía por el mar y las legiones tomaban sus puertos de refugio en tierra. Usaban una artillería a base de catapultas que no es ninguna broma ni siquiera en este siglo XXI. El Imperio tendió una red de más de ochenta mil kilómetros de vías. En el ámbito civil, facilitaron mucho el transporte de mercancías, con el consiguiente desarrollo del comercio. En el militar, redujeron al mínimo el tiempo de viaje de las legiones hasta los "puntos calientes" de las fronteras. Es la función que cumplen ahora los Lockheed C-5 Galaxy del Military Airlift Command.

http://www.p3orion.com/c5galaxy.htm



Naturalmente, los romanos también estuvieron en Mesopotamia siglos y siglos. Los invasores islámicos llegaron mucho después. Eran buenos guerreros, pero no entendían mucho de economía. Dejaron subsistir bastantes elementos del sustrato romano. Será por eso que, aún hoy, la moneda iraquí se llama dinar... es decir, denario. Como las de Argelia, Bahrein, Jordania, Kuwait, Libia, Sudán, Túnez, y... Yugoslavia. Otros países de la zona pagan con riales o riyales. Es decir, con reales, que es la moneda de Quintanilla de Onésimo. De ahí viene que el señor Aznar tenga esta vocación por intervenir en sus asuntos. Probablemente se cree que es Lawrence de Arabia. Bueno, el señor Hormaechea dijo una vez que se parecía a Charlie Chaplin. ¿Se acuerda usted de aquella escena de "El Gran Dictador", cuando Hynkel maneja la bola del mundo a patadas? Pues eso mismo.

 

http://www.chaplin.pl/recenzje/rec8.html



Mire usted, ya va siendo hora de cambiar de película. Esto no es un "show" de efectos especiales. La sangre no es salsa de tomate. Los muertos son de verdad. El grueso de las bajas en la guerra del Golfo, entre ciento diez mil y ciento cincuenta y cinco mil, las sufrió el bando iraquí. Muchos no llegaron a salir por la CNN, porque los zapadores americanos los enterraron vivos en sus trincheras con "bulldozers" blindados.

Las películas del siglo XXI no tienen que ser "de romanos". Entre otras razones, porque el Imperio duró lo que duró precisamente porque los romanos inventaron el Derecho Internacional, el "ius gentium", y porque lo respetaban escrupulosamente.

Si quiere ayudarme a escribir guiones nuevos, me encuentra en:

juan_manuel@grijalvo.com

 

Imperio Romano...

La galera de Ben-Hur...

Guerra y movilidad...

Star Wars...